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Desconexión digital: mucho más allá de cumplir la LOPDGDD
En un mundo absolutamente digitalizado -mucho más, si cabe, desde la llegada de la pandemia donde comenzamos a hacer “todo” de manera online (quedar con amigos, trabajar, jugar, formarnos, dar clase…incluso ir al médico)-, el derecho a la desconexión digital cobra especial significado.
Pese a que aún quede mucho por hacer en lo que a conocimiento se refiere, se trata de un derecho que, precisamente en el ámbito profesional, está perfectamente regulado y tiene entre sus objetivos proteger otros dos derechos importantes: el derecho a la intimidad y el derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral.
Sin embargo, la adaptación de las empresas sigue siendo un tema pendiente. Y todo ello a pesar de que el derecho a la desconexión se incorporó hace ya cuatro años a la Ley de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD), en concreto, en su artículo 88. Y, más recientemente, en concreto en 2021, este derecho se introdujo también en la Ley de trabajo a distancia, en su artículo 18.
Desconexión digital: razón de ser de este derecho
Queremos destacar en este punto cinco cuestiones básicas del derecho a la desconexión digital que, sin duda, ha de tener en cuenta toda entidad que quiera dar cumplimiento a la LOPDGDD mediante la elaboración de una política que garantice este derecho a la desconexión digital, a saber:
– Es un derecho que tienen todos los trabajadores, independientemente de que desempeñen su actividad laboral en el ámbito privado o público.
– Se aplica indistintamente a todos los trabajadores, tanto a aquellos que realicen su labor en modo teletrabajo como aquellos otros que lo hagan de forma presencial o mixta.
– El uso de medios tecnológicos se limita a la duración máxima de la jornada laboral, descontando los periodos de descanso a los que tenga derecho el trabajador.
– Es el empleador el que está obligado a elaborar una política de desconexión digital interna, incluyendo acciones de formación y de sensibilización para garantizar que sus trabajadores hagan un uso razonable de las herramientas tecnológicas.
– Las políticas internas en lo referido al derecho a la desconexión digital se deben elaborar en consenso con los representantes de los trabajadores.
No hay un modelo y, por supuesto, es necesario tener en cuenta múltiples factores así que, si necesitas ayuda, en Davara&Davara puedes pedir presupuesto para que te ayudemos a elaborar tu política de desconexión digital -personalizándola en todo momento- y/o a formar a tus trabajadores sobre “uso saludable de las TIC”, tal y como exige la normativa.
¿Qué debe contener la política que regule el derecho a la desconexión digital?
Aunque las leyes sienten las bases de ese derecho a la desconexión digital, la voluntad de la empresa es fundamental. En ese sentido, una de las grandes dificultades es la de diseñar protocolos adecuados puesto que las características de cada organización son particulares y, tal y como comentábamos, no hay una norma única para poner en marcha los mecanismos que establece la legislación.
En ese sentido, existen diferentes pautas que pueden marcar el camino adecuado para garantizar el derecho a la desconexión digital de los trabajadores, a saber:
– Determinar los medios tecnológicos con los que se trabaja en la empresa y en cada categoría laboral.
– Establecer claramente los horarios de trabajo, descansos y periodos vacacionales de los empleados según su puesto de trabajo.
– Determinar quiénes deben participar en la elaboración de estrategias para la desconexión digital.
– Contar tanto con el delegado de protección de datos (si la empresa está obligada a tenerlo) como con el departamento de prevención de riesgos laborales.
– Dilucidar si la empresa ha implementado ya algún tipo de medida en favor de la desconexión digital: sistemas de control de horarios realmente eficientes, formación, sistemas de delegación de tareas, mecanismos para denunciar abusos o incumplimientos, etc.
Es imprescindible, por otra parte, tener presente que no basta con que se diseñen esas estrategias destinadas al cumplimiento de la norma en lo que se refiere a la desconexión digital. La empresa está obligada a comunicarlas a los trabajadores y, por supuesto, a ponerlas en práctica y a dar la formación adecuada.
Por qué es fundamental respetar el derecho a la desconexión digital y contar con una política al efecto.
Más allá de la obligación de respetar la legislación o del temor a ser sancionadas, las empresas deberían implementar políticas dirigidas a garantizar el derecho a la desconexión digital por otros motivos que afectan a los trabajadores y que, indirectamente, repercuten en su desempeño profesional y su productividad. Y es que son muchos los riesgos y problemas vinculados con un uso excesivo de las TIC, a saber:
– Insomnio y sueño de baja calidad que implican cansancio y falta de concentración.
– Obesidad, un factor de riesgo para infinidad de enfermedades graves.
– Pérdida de agudeza visual.
– Agotamiento mental y cognitivo, también conocido como “tecnoestrés”.
– Disminución de la memoria y el rendimiento cognitivo por el uso excesivo de las TIC o, mejor dicho, por la dependencia total de la información que ahí encontramos. Este hecho es conocido como “demencia digital” o “demencia G”.
– Dificultades para la interacción social.
Evidentemente, nada tiene que ver la desconexión digital en el trabajo con la que se pueda hacer a nivel personal en los momentos de ocio. Pero los efectos pueden ser acumulativos y muy perniciosos, de ahí que desde la empresa sea esencial trabajar también en la concienciación del capital humano que la forma sobre la importancia de respetar los tiempos de desconexión digital. Aunque, desde aquí, animamos al lector a que también intente hacer un poco de “detox digital” en su tiempo de ocio.
No cabe duda de que las TIC son una herramienta enormemente útil en todos los aspectos de la vida pero también entraña muchos riesgos si no se utilizan correctamente. Y, por supuesto, es también responsabilidad de la empresa trabajar en ese sentido, dando cumplimiento a las exigencias de la LOPDGDD. Como siempre te decimos, si no te ves capaz de hacerlo solo ¡estamos para ayudarte, pídenos presupuesto sin compromiso!